lunes, 4 de noviembre de 2013

Ejercicio de redacción

La ortografía española mantuvo por tradición las letras b y v, que en latín correspondían a una oposición con valor fonológico. Por esta razón, nuestra lengua respetó la grafía de las palabras con b o v según la tuvieran en su lengua de origen, como sucede en los casos de abundancia, bimestre, bondad, beber, deber, haber, verdad, verbena o ventura, que provienen de las latinas abundantia (m), bimestre (m), bonitate (m), bibere, debere, habere, veritate(m), verbena(m) o ventura(m). No obstante, como en castellano antiguo b y v, distribuidas de modo distinto al actual, posiblemente sí respondían también a una distinción fonológica propia, perviven en casos de b antietimológica (es decir, donde el uso se ha impuesto a la terminología), como abogado, abuelo, barbecho, barrer o embaír, procedentes de palabras latinas con v como advocatu (m), aviolu (m), vervactu, verrere o invadere. De la misma manera, hay palabras con grafía V provenientes de palabras con b latina, como maravilla de mirabilia; a estas excepciones podrían añadirse muchas más. Un segundo grupo de palabras que por su origen se escriben con b es el de aquellas que en latín tenían p intervocálica, después sonorizada en b. Es el caso de saber, obispo, recibir y riba, que procedían de capere, sapere, episcopu (m), recipere, y ripa (m). Los compuestos con el último de estos vocablos, así como los derivados de él, han de escribirse, pues, con b: Ribarroja, Ribadesella, ribazo, ribera y ribero.

Real  Academia Española, Ortografía de la Lengua Española.


CUESTIONES


  1. Redacte un resumen del contenido del texto 1. (1 puntos)
  2. Determine las funciones del lenguaje que aparecen en el testo. (1 punto)
  3. Exponga su opinión de forma argumentada sobre la importancia lingüística y social de la ortografía. (1,5 puntos)

No hay comentarios:

Publicar un comentario